Por ingenuidad o desconocimiento muchas personas no toman suficiente luz del sol. Es un hecho que hay que tomar el sol por el bien de nuestra salud física y mental. ¿Por qué es tan rotunda esta aseveración? Ya lo verán, la carencia de luz solar puede afectarnos muchísimo más de lo que imaginan.
Todos sabemos que la depresión es un mal que aqueja a la humanidad desde siempre y por muchas circunstancias y factores que ya son muy conocidos, como: drogas (esto abarca las "drogas por excelencia", el alcohol, medicamentos y algunas sustancias de uso delicado), enfermedades, situaciones estresantes, pérdida de seres queridos, factores genéticos y, adivina qué más, la carencia de luz solar.
¿Sabías que hay un tipo de depresión que recibe su nombre debido precisamente a la falta de luz solar? A esta depresión se le llama "depresión estacional", y se manifiesta precisamente como una respuesta cerebral a la reducción del tiempo de luz solar. Esto es así porque la luz solar ayuda en la producción de serotonina (hormona cerebral a la que se le ha llamado popularmente hormona de la felicidad) que a su vez se transforma en melatonina, y como se sabe, estas regulan los ciclos de sueño-vigilia (ciclo circadiano), la energía y el estado anímico de las personas.
Por otro lado, hay que tomar suficiente sol o luz solar para obtener vitamina D3 (que es la principal fuente de vitamina D para nuestro organismo), recomendablemente en las primeras horas de la mañana, para evitarnos quemaduras solares. Bien, unos 15 minutos de sol por las mañanas es suficiente para poner un poco bronceada o rosadita la piel, que es lo que se necesita para que la piel produzca la vitamina D. El proceso por el que esto sucede es así: cuando la piel recibe la luz ultravioleta B (UVB) del sol, el 7-dehidrocolesterol o provitamina D3 es afectada por esta luz, convirtiéndose en pre-vitamina D3, que después se transformará en vitamina D.
La vitamina D tiene importantes funciones en nuestro organismo, como ayudar a los huesos a absorber mejor el calcio, a potenciar la actividad del sistema inmunológico y a su vez a activar la tolerancia de este, garantizando así que las propias defensas no ataquen nuestro cuerpo, como sucede en las llamadas enfermedades autoinmunes. Esto último fue descubierto por investigadores del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras en colaboración con el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, Barcelona, y publicado a mediados de enero del 2022 en medios europeos.
Bien, aparte de esto último, lo demás ya era información de vieja data. Solo quiero hacer énfasis en la importancia de tomar el sol. La falta de exposición a la luz solar acarrea serias consecuencias al organismo humano. Si no obtenemos suficiente vitamina D por medio de la alimentación o por acción de la luz solar, tendremos huesos debilitados y sistema inmunológico debilitado. Y si no nos exponemos lo suficiente a la luz solar alteraremos nuestro ciclo de sueño-vigilia, lo que repercutirá directamente en el desempeño de nuestras labores cotidianas. Así que hay que tratar de tomar suficiente sol a diario, y obviamente la vestimenta debe ser la apropiada para poder obtener suficiente luz solar en nuestra piel cuando salgamos al aire libre. No olvidemos que los abuelos y los niños también deben tomar el sol a diario si es posible. La cantidad de tiempo diaria recomendada para tomar el sol va desde los 10 minutos para las personas de piel bastante clara hasta uno 45 minutos para las personas de piel bastante oscura.
Bueno, creo que estamos claros con este asunto, pero, tengamos cuidado de no exponernos demasiado tiempo al sol, especialmente en horas de la tarde para evitar sufrir de insolación o quemaduras serias. En mi caso personal, busco momentos para tomar el sol en el patio de la casa cuando dispongo del tiempo. Si no puedo tomar el sol de la mañana por alguna razón entonces lo tomo aunque sea unos tres o cinco minutos a medio día o más tarde, pero trato de nunca privarme de un mínimo de luz solar directa. Lo necesario por una buena salud... 😉