El estudio fue llevado a cabo por el Environmental Working Group, mismo que encontró que 43 de 45 populares marcas de cereales para desayuno probadas en tres lugares de los EE.UU. contenían trazas del peligroso químico. Y lo más alarmante es que 31 de esos cereales contenían niveles peligrosamente altos de la sustancia.
El glifosato es el ingrediente activo del Roundup, un herbicida fabricado por Monsanto. Actualmente, Roundup es el herbicida más popular en los Estados Unidos. Hace pocos días una corte en California ordenó a la compañía pagar $39 millones en compensación y $250 millones por daños punitivos a un jardinero de una escuela de California que desarrolló linfoma después de años de usar Roundup en el trabajo.
La agencia de investigación del cáncer de la Organización Mundial de la Salud clasificó el glifosato como "probablemente carcinogénico para los humanos" en el año 2015. En los Estados Unidos, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) etiquetó al glifosato como carcinógeno en el año 1985, pero revocó su posición en 1991. En el 2017, el estado de California incluyó el glifosato en su lista de 65 sustancias químicas que se sabe causan cáncer.
Los cereales examinados no eran sólo Lucky Charms o Frosties, sino también algunas opciones conocidas como "más saludables" a base de avena. Los altos niveles de glifosato provenían de la avena misma.
Los niveles más altos se encontraron en Quaker Old Fashioned Oats, a razón de 1000 partes por billón (ppb) de glifosato. El Environmental Working Group calculó que los niveles por encima de 160 ppb son inseguros para los niños. El cereal Giant Instant Oatmeal contenía 760 ppb, y tres muestras de Cheerios contenían concentraciones de entre 470 y 530 ppb.
Unas 250 millones de libras de glifosato se rocían en los cultivos estadounidenses cada año, pero las concentraciones más altas de este químico se encuentran en la avena, la cebada, el trigo y los frijoles no transgénicos. Los agricultores rocían estos cultivos con glifosato justo antes de la cosecha, ya que así matan las plantas para que se sequen y obtener la cosecha más rápido.
Sin embargo, no toda la avena es igual. El Environmental Working Group también analizó 16 cereales hechos con avena cultivada orgánicamente. Mientras que cinco de estos contenían glifosato, ninguno estaba por encima del punto de referencia de las 160 ppb. Mientras que los alimentos orgánicos deberían, en teoría, estar libres de productos químicos como el glifosato, estas sustancias a menudo pueden llegar a estos cultivos desde campos cercanos cultivados convencionalmente, o de fábricas que manejan ambos tipos de cultivos.
El Environmental Working Group enfatizó: "El glifosato no pertenece a los cereales". El grupo hizo un llamado a los estadounidenses para que "insten a la EPA a restringir la aplicación de glifosato antes de la cosecha y a decirle a las compañías que identifiquen y usen fuentes de avena libre de glifosato.
Mientras tanto, a pesar de varios estudios contradictorios y un pago multimillonario, la compañía matriz de Monsanto, Bayer, dijo la semana pasada que el glifosato es seguro para su uso y no causa cáncer cuando se usa según la etiqueta.