"En la facultad de medicina me enseñaron que la carencia de yodo era cosa del pasado. Mis profesores sólo mencionaron el yodo al declarar que la yodación de la sal resolvió la epidemia de deficiencia de yodo que estaba afectando a la mayor parte de los Estados Unidos en el siglo XIX y principios del XX", prosiguió el Dr. Brownstein.
En su libro, Yodo: Por qué lo necesitas Por qué no puedes vivir sin él, Brownstein describe cómo la epidemia de deficiencia de yodo está "viva y coleando" en nuestros tiempos modernos. Explica que debido a nuestra exposición a haluros tóxicos que contienen flúor y bromo, nuestras necesidades de yodo han aumentado en las últimas décadas.
El Dr. Brownstein afirma que las consecuencias de la deficiencia de yodo son graves e incluyen el cáncer y enfermedades de los tejidos glandulares como las mamas, ovarios, el útero, próstata, páncreas y tiroides. ¿Qué cánceres están aumentando a tasas epidémicas? Los cánceres glandulares, incluyendo todos los que mencioné anteriormente, ocurren con demasiada frecuencia.
"El yodo también es necesario para que el feto se desarrolle normalmente. Es bien sabido y aceptado que la deficiencia de yodo en una mujer embarazada puede resultar en una disminución del coeficiente intelectual en su hijo. Investigadores en Inglaterra examinaron la relación entre la pre-concepción materna (antes de que el niño sea concebido), el estado de yodo y la función cognoscitiva de su descendencia (nivel de CI) a la edad de 6-7 años", aclaró el Dr. Brownstein.
Investigadores de Inglaterra examinaron la relación entre el estado del yodo antes de la concepción materna y la función cognoscitiva de la descendencia (nivel de CI) a la edad de 6-7 años. Los científicos midieron el estado de yodo en la orina de las mujeres aproximadamente tres años antes de la concepción. Curiosamente, la mediana de la medición de yodo urinario en estas mujeres fue de 108.4 ug/L, lo cual las clasifica como deficientes de yodo. Este nivel es similar al nivel de yodo promedio actual de las mujeres estadounidenses en edad de embarazo. Los investigadores luego compararon el nivel de yodo materno durante la pre-concepción con el CI de sus hijos a la edad de 6 o 7 años. En comparación con las mujeres con niveles más altos de yodo, se encontró que las mujeres con los niveles más bajos de de yodo durante la pre-concepción tenían hijos con cocientes intelectuales más bajos. Los autores concluyeron afirmando: "En una muestra de la población general de mujeres del Reino Unido, el bajo nivel de yodo antes de la concepción estaba relacionado con un menor coeficiente intelectual en sus hijos de 6 a 7 años de edad.
Los datos del gobierno de Estados Unidos (a través de NHANES) han mostrado que los niveles de yodo han caído más del 50% en los últimos 40 años, sin embargo, las grandes potencias todavía no proporcionan ningún remedio a esta situación.
El Dr. Brownstein dice que no se debe esperar a que el Gobierno guíe sobre cómo optimizar la salud. También dijo: "Las agencias del gobierno de los Estados Unidos que deberían estar trabajando y vigilando por nosotros, incluyendo la FDA y los CDC, son propiedad de Big Pharma y otras corporaciones. No se puede confiar en que estas agencias hagan lo correcto.
El Dr. Brownstein dice que ha estado dando conferencias y enseñando sobre la deficiencia de yodo durante más de 15 años. Nos recuerda que ya es hora de poner fin a la carencia de yodo en nuestra población. El Dr. Brownstein predice que acabar con la epidemia de deficiencia de yodo que nos ha afectado cambiaría el curso de muchas enfermedades que nos están afectando, incluyendo el cáncer de mama, próstata, ovario, útero, tiroides y páncreas. Además, poner fin a la epidemia de carencia de yodo en las mujeres en edad fértil daría como resultado niños más sanos que no sufren de tantos problemas neurológicos comunes, como un coeficiente intelectual más bajo.
Es muy buen trabajo investigativo el que realiza el Dr. Brownstein, esperemos que siga así.